Fiesta de la Asunción y Día del niño en Buenos Aires

16 de agosto del 2021, Argentina, Buenos Aires.

Calendarizado en la república de Argentina el día 15 de agosto se celebra el día de la Asunción de la Virgen María al cielo, una de las fiestas más importantes que tiene nuestra Iglesia Católica y a su vez se celebra también el día del niño, considerado uno de los momentos más esperados por los pequeños de cada hogar de este país. 

Nosotros, pertenecientes al seminario de la Medalla Milagrosa de Buenos Aires, tuvimos la dicha de acompañar en dos grandes actividades que se realizaron en las zonas de constitución, CABA. Y, por otra parte, en el sector del Barrio “El Mirador”, en Belén de Escobar. Dos días de celebración que fueron realizados con amor, por parte de los coordinadores, sacerdotes, grupo de jóvenes y seminaristas. En situaciones de esta índole, podemos decir que, en tiempos de pandemia, las actividades de esta albergadura no estaban permitidas por el gobierno argentino, pero con los permisos correspondientes y teniendo en cuenta los cuidados sanitarios, se pudo llegar a la realización de las actividades tan esperadas. Ver el rostro de felicidad de cada pequeño, dio a entender la necesidad de estar cercanos a ellos y sus familias. 

Uno de los marcos importantes de este fin de semana, es ver las distintas realidades que se presentan en estos dos lugares pequeños con un nivel de pobreza que quizás imposibilitan obtener de alguna manera un día festivo. La alegría reflejada en cada rostro de quienes se iban acercando y también de todos aquellos que formaban parte en la organización de este hermoso día, se iba contagiando mutuamente, generando así corazones agradecidos y dispuestos a darlo todo por aquellos a quienes Jesús nos pide que imitemos “Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos” Mt 18,3. Después de contemplar la actitud de aquellos niños, sencilla, transparente, entusiasta, olvidándose de todo y viviendo cada momento como si fuese el último, podemos acercarnos un poco más a lo que Jesús quiso decirnos con este pasaje evangélico. 

Al finalizar la jornada, se repartieron regalos y distintos premios para todos los que se iban retirando. Nadie se fue con las manos vacías, y todo gracias a la generosidad de la gente que hizo posible que este día del niño sea único y diferente. Tanto para ellos como para nosotros este día quedará guardado siempre en el corazón y esperamos que se repita año tras año. Por nuestra parte el compromiso está asumido, y también de aquellos que estuvieron presentes todo el tiempo.

 Le damos gracias a Dios y a María Santísima por tanto amor derramado, a los sacerdotes de la Congregación de la Misión, a la Asociación de la Medalla Milagrosa, a las Hijas de la Caridad, al Grupo Juvenil del Sagrado Corazón, a los seminaristas y laicos y a todos los que de manera directa o indirecta hicieron posible semejantes eventos.