Siempre del lado de los pobres

El pasado jueves 16 de mayo se produjo el desalojo de los pobladores del Campamento 17 de mayo, en la comuna capitalina de Cerro Navia, en el sector correspondiente a la Parroquia Cristo Evangelizador y Solidario, encomendada los Misioneros Vicentinos.

Ese día muy temprano, el párroco, P. Álvaro Tamblay, recibió un mensaje de una de las pobladoras pidiendo auxilio y contándole que había llegado Carabineros y estaban desalojando violentamente, sin importar la presencia de niños ni de adultos mayores. El P. Álvaro se trasladó de inmediato al lugar y estuvo acompañando a los pobladores, intercediendo ante la policía, calmando a los más exaltados y dialogando-junto a los pobladores-con los medios de comunicación presentes en el lugar.

Como expresa la diputada Carmen Hertz, en un oficio remitido a los ministros del Interior, de Vivienda, de Desarrollo Social y al alcalde de Cerro Navia, el operativo montado para cumplir la resolución judicial que ordenaba el desalojo, contó con «acciones particularmente violentas contra las familias que habitaban el lugar, que incluyeron el uso del carro lanza aguas y carabinas lanza gases».

Producto de estas acciones -afirma la diputada- la mayoría de las personas debió pernoctar a la intemperie en la vía pública; todo esto en el contexto de una ola de bajas temperaturas que representan un peligro para la integridad física de las personas, como las propias autoridades lo reconocieron al activar el llamado código azul.

El P. Álvaro Tamblay, en conversación con los medios, señaló qu el cumplimiento de un fallo judicial no se puede llevar a cabo «sin antes proceder al diálogo», respetando alas personas y especialmente a los niños y personas mayores: «no son objetos, son personas»-señaló. Nosotros estaremos aquí para defender la dignidad de todos y todas y denunciaremos todos los abusos que se verifiquen aquí», añadió.

Toda esta situación, además cobró una víctima fatal. Un poblador sufrió un infarto y falleció, lo cual se puede deducir que fue consecuencia de toda la tensión vivida. La comunidad debió organizarse para su velatorio, dado que la familia no contaba con un lugar para cumplir ese rito.

La senadora Fabiola Campillay, quien afirma que aquí se violaron todos los protocolos, en su calidad de presidenta de la Comisión de derechos Humanos de la Cámara Alta, invitó al P. Tamblay para un testimonio en el seno de dicha comisión